Crónica de un campeonato
// < 
Texto: Julio César Torices. Fotografías: Julio César Torices y Jose Ángel Estébanez
El primer día, entre carreras de organizadores, acumulación de atletas para recoger dorsales y obsequios de bienvenida en el foyer del auditorio del Centro Niemeyer, pude observar que, por encima del aspecto deportivo, parte fundamental de todo ello, destacaba el cultural, sobre todo el idiomático, ya que estando a la espera de que comenzase la rueda de prensa escuché voces en chino, ruso, mexicano, inglés (británico y estadounidense), alemán, italiano, francés, árabe y muchos etc.
Poco antes fui a buscar mi correspondiente acreditación que (esto es una anécdota) iba acompañada de una bolsa con una revista informativa, dos bolsas plegables, folletos publicitarios y, atención ¡un tetrabrik de caldo de pollo! Luego me enteré que la organización había comprado los tetrabriks en cantidades industriales para repartir entre los atletas y promocionar el producto asturiano. Sucedió que compraron más de lo esperado y decidieron repartir el sobrante entre los miembros de la prensa.
En cuanto a la rueda estuvo protagonizada por cuatro atletas, entre los que destacaron los dos favoritos para ganar la prueba de la élite, la más importante de todas, Emilio Martín, onubense que fue el campeón del mundo en 2015, y Richard Murray, sudafricano que, os lo adelanto ya, ganó la prueba en su categoría, dejando a Emilio Martín en segundo lugar. Una rueda de prensa breve donde todos se mostraron apasionados y con muchas ganas de comenzar a correr.
En el exterior, la plaza del Niemeyer estaba ocupada por vallas publicitarias, objetos de reclamo, puestos de venta, exposición de bicicletas y, sobre todo, gente, muchísima gente que no paró de entrar y salir del Niemeyer, ya que un campeonato del mundo no se ve todos los días en Avilés, aunque sea de una a menos valorada que el fútbol, que para mí no tiene tanto interés. Gustos personales aparte, sería bueno que cada mes se celebrase un evento similar en la ciudad. Aseguraría una afluencia de turismo continua, pero claro, el presupuesto no da para tanto. También se podía contemplar una exposición en el auditorio, compuesta por fotografías antiguas de atletas practicando esta modalidad.
La noche se vistió de gala en la Plaza de España para acoger la inauguración del campeonato, con un desfile en el que participaron todas las delegaciones de los diversos países, desde las que contaban con solo dos participantes como la de Colombia, o con uno, como la de Egipto, hasta las más numerosas como fueron las de Australia, Canadá y Estados Unidos, la más nutrida de todas. Posteriormente hubo otras actividades como una exhibición de danza, proyección de vídeos promocionales deportivos, intervenciones de la alcaldesa de Avilés, el presidente de la Federación Española de Triatlón o la presidenta de la Federación Internacional de dicho deporte, suelta de palomas, spots promocionales de la ciudad, lanzamiento de confetti y una traca final, que en inglés lo tradujeron como “confetti shower and chupinazo”.
El segundo y tercer día estuvieron protagonizados por las carreras, de categoría junior, sub 23, élite, grupos de edad, una carrera de relevos y el paraduatlón. En cada prueba los participantes daban lo máximo de sí, aunque claramente unos atletas destacaban por encima de otros, sacándoles bastantes minutos de ventaja al cabo de pocas vueltas, tanto a pie como en bicicleta.

La carrera más seguida fue, obviamente, la de la élite masculina, en la que militaban Emilio Martín y Richard Murray. Una carrera seguida por pantalla gigante, al igual que el resto, pero con más emoción que las demás. Basta conque un español sea campeón del mundo en algo para que, inmediatamente, todo el mundo le apoye y le vitorée, aunque hasta el día antes ni siquiera hubiesen oído su nombre.
Pero en general todas las pruebas tuvieron bastante expectación por parte del público, sobre todo gracias a los dos comentaristas, expertos en la materia que, entre seguimiento de la carrera, juegos y participaciones con el público lograron que los dos días fuesen una fiesta continua, tanto deportiva como cultural y turística. Asimismo también llamaron la atención las actividades paralelas que se realizaron durante el transcurso de los días, como exposiciones, charlas-coloquios, el bookcrossing organizado por el colectivo Art Street para la ocasión, proyecciones de películas, el Famous Wine Festival, el concurso de escanciadores, las exhibiciones deportivas de Paidesport y los siempre esperados fuegos artificiales como colofón a un fin de semana en que las terrazas se colorearon con banderas de casi todo el mundo. Ah, y un espectacular concierto-tributo a la banda Cold Play que se llevó a cabo el domingo, aunque hubiera sido preferible en la noche del sábado, por eso de que hay gente que los lunes trabaja.
Con todo, una cita que esperemos vuelva a repetirse en alguna ciudad o villa asturiana en próximos años… o meses. Lo que sea necesario con tal de que el turismo siga haciendo acto de presencia en nuestra región, que tiene mucho que ofrecer y de muy buena calidad.
Para finalizar os dejo un montón de fotos y un vídeo con algunos momentos destacados. Que los disfrutéis.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR

Fred Vargas, Premio Princesa de Asturias de las Letras 2018
La escritora francesa Frédérique Audoin-Rouzeau, más conocida como Fred Vargas, ha sido galardonada con el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2018. Literatura en Asturias Frédérique Audoin-Rouzeau (París, 7 de junio de 1957) es una escritora, arqueozoóloga y medievalista francesa, autora de novelas policíacas, más conocida por el seudónimo Fred Vargas, que eligió en […]

El festival mundial “Pint of Science” de divulgación científica, en Gijón
La edición 2018 del festival de divulgación científica Pint of Science se celebrará también en Gijón los días 14, 15 y 16 de mayo con 12 charlas programadas en Savoy Club y El patio de la favorita. Ocio en Asturias Pint of Science en Gijón se viene celebrando, como en Oviedo, desde el año 2016. […]